Garantiza la seguridad jurídica de la operación inmobiliaria: el martillero solicita toda la información previo a realizar la operación, asegurando que la propiedad está en condiciones de escriturarse en los plazos normales.

Facilita la búsqueda: Teniendo la información necesaria para la búsqueda (pretensiones, gustos, ubicación, uso, presupuesto, etc.) ofrece las mejores opciones que el mercado aporta en ese momento o eventualmente sale a la búsqueda del negocio.

Asesoramiento legal para tomar la mejor decisión: hay muchas variables legales a tener en cuenta a la hora de concretar una operación inmobiliaria, las cuales muchas veces significan trámites burocráticos o demoras que impiden concretar la operación en los plazos normales o en formatos tradicionales. Es el martillero quien aporta la información necesaria para tomar la decisión más apropiada según el caso.

Es importante tener a disposición la escritura de dominio, impuestos municipales y provinciales, y los planos de la propiedad para que el martillero pueda realizar un análisis completo del estado en que se encuentra la misma para su comercialización.

Es preciso saber qué tipo de compra quiere realizar. No es lo mismo una compra para inversión que para vivienda; las expectativas y los objetivos son muy distintos. Para que el martillero pueda asesorarle correctamente es importante contar con esta información para así poder buscar las opciones que mejor se adapten al negocio inmobiliario en cuestión.

Si sos propietario: el martillero hace el análisis de los posibles inquilinos teniendo en consideración sus antecedentes y las garantías que pueda presentar, buscando ofrecer el mejor negocio. Además otorga el asesoramiento legal e impositivo vigente según la ley.

Si sos inquilino: el martillero ayuda en la búsqueda de la propiedad conforme a los requisitos que estés necesitando, pero más importante, es quien arbitra con conocimiento de la ley para garantizar que se cumplan las obligaciones contractuales.